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Hay un viejo dicho que dice que siempre queremos lo que no podemos tener… he descubierto que en gran medida es cierto, tanto en aquellas cosas que tenemos tan cerca y atesoramos (incluso más de lo que nosotros mismos imaginamos,) pero no podemos alcanzar, no como queremos al menos, como aquellas que si tenemos, pero queremos cambiar constantemente…
A veces los caminos de viejos dichos e ideas se cruzan, haciéndonos valorar aquello que tenemos hasta que lo perdemos, o valorando aquellas cosas que no podemos tener, pero más queremos… o en última instancia, dejando partir aquello que creemos que es nuestro (o nunca hemos conseguido) en la esperanza de verlo regresar a nosotros, demostrando que siempre fue nuestro…
Lo Bueno: El guión, las actuaciones, el desarrollo, la atmósfera y todos esos nuevos matices nunca vistos en una película de Batman (aunque si en algunos de sus comics) y por supuesto, Harvey Dent y más que nada, el Joker.
Lo Malo: pasa tanto al mismo tiempo y tan rápido que más de uno le va a perder la pista a algo.
La «Cara de What»: Por un momento, durante el clímax, Batman le copia a Daredevil (¿Un tributo invertido a Frank Miller?) y las historias cambiantes sobre las cicatrices del Joker.
Calificación: General – 4/5; Contextual – 5/5
Lo Bueno: La historia, el desarrollo de personajes y Johann Krauss.
Lo Mejor: Los impecables efectos especiales, al nuevo mundo fantástico al que estos dieron vida y por supuesto, el director, Guillermo del Toro
Lo Malo:Los inevitables, pero comprensibles clichés que vienen con el uso de la fantasía clásica adicionados a los que de por sí añadieron a la versión fílmica de Hellboy (ah, si y que habrá que esperar mucho para Hellboy 3.)
La «Cara de What«: Hellboy de niño, La manera en que Johann y Hellboy arreglan sus diferencias y la Tecate Light.
Calificación: General – 4/5; Contextual – 4.5/5
Lo Bueno: Una historia poco común.
Lo Malo: A pesar de las diferencias, hay demasiado de Superman.
La «Cara de What»: Los secretos y el origen de Hancock (Sobre todo el de su nombre,) y por ningún motivo llames «Asshole» a Hancock, sobre todo cuando te pide que lo hagas una vez más…
Calificación: General – 3/5; Contextual – 3.5/5
Es por todos nosotros sabido como nuestra televisión nacional siempre se ha nutrido mayoritariamente de producciones extranjeras, al igual que la mayoría de las televisoras a lo largo y ancho del continente, teniendo como fuente principal el contenido producido en los Estados Unidos…
Con el surgimiento de los “Reality Shows” las televisoras nacionales creyeron encontrar un suplemento para su dependencia de programación extranjera (aún y cuando lo producido nacionalmente no era más que un reciclaje de conceptos creados en otros países,) pero el casi nulo contenido de estos programas y la vehemencia con que las televisoras los explotaban (como si no hubiera un mañana) terminaron, si bien no haciéndolas desistir de la rentabilidad de estos programas, si de que estos no bastaban para sostenerse, así la dependencia de producciones extranjeras tomó un nuevo auge.
Esa voz en tu cabeza. 
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