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*Este NO ES un intento por faltar al respeto o ser hiriente con respecto al gusto de muchas personas y el cometido de este texto es el de proponer puntos de vista alternativos en cuanto a lo que muchos aún en estos tiempos, consideran «aceptable»*

La tauromaquia es, según los más cultos entre sus defensores y seguidores, una forma de arte… lo cual, dada la disciplina, la habilidad, la gracia y las capacidades necesarias entre sus practicantes, puede en cierta medida entenderse, aún cuando dicha opinión no sea necesariamente compartida.

Sin embargo, como sociedades modernas, creo que es preocupante que entre los seguidores de esta práctica no exista el menor indicio de un conflicto moral o la menor preocupación del costo que su «gusto artístico», genera en otros seres vivos.

Argumentos a favor y en contra de la tauromaquia hay muchos, lo que daña cualquier forma de diálogo es el extremismo que entre sus defensores y detractores aparece cuando una firme opinión en cualquiera de los dos casos es expresada, creo que lo que falta en una discusión sobre este tema es objetividad, por desgracia, es lo que menos se puede obtener tanto cuando existe un gusto o disgusto con respecto a aquello sobre lo que se discute, así que lo que se intentará es presentar algunos de los argumentos que se suelen ver con respecto a este tema y atenderlos de una manera lo más objetiva posible y se les invita a todos mis imaginarios lectores a dejar sus opiniones y seguir este intercambio de ideas (respetuoso, por favor) en los comentarios de esta entrada.

A favor de la tauromaquia se dice que es una forma de arte importante para la identidad cultural de muchos países… lo que no se deja totalmente claro es cómo la identidad cultural de cualquier país se perdería si esta práctica llegara a su fin… en qué sentidos las naciones en donde se practica o las personas que la siguen perderían algo más allá de la imposibilidad de asistir a ver las corridas de toros. Hablando con objetividad, como una apreciada «forma de arte» (descripción que es debatible tanto para sostenerlo como para refutarlo), es comprensible que quienes la siguen sientan que «algo» se pierde, después de todo, es la base del concepto de «tradición», pero creo que como sociedad moderna, nos corresponde ver los costos (bajos o altos) que toda práctica, tradición o forma artística en nuestros países cause, sobre todo moralmente hablando. El mundo ha avanzado en muchos sentidos y ha dejado atrás muchas tradiciones y artes que en su momento se consideraron como arcaicos y dignos de ser recordados, más ya no practicados. Y esto es fácilmente reconocible en el hecho de la localización de las raíces de esta práctica en la antigua mitología romana, digna de admiración cultural, pero no de una práctica religiosa en la actualidad.

En contra se suele decir que la tauromaquia es una práctica barbárica y cruel, que se centra en la tortura y la muerte de un animal de una manera folklórica, cuya carga cultural no justifica ese trato a un ser vivo… argumento que, objetivamente, es difícil de refutar.

Sin embargo, defensores de la tauromaquia han expresado ocasionalmente que, tomando en cuenta lo anterior, no deberíamos comer carne, objetivamente, hay muchos activistas a favor de los animales que han dejado la carne atrás y por lo que pueden responder con más «autoridad moral» a ese cuestionamiento, sin embargo, no es necesario ser vegetariano o vegano para protestar por la tauromaquia, pues biológica y evolutivamente nuestros cuerpos están condicionados para necesitar muchos de los nutrientes contenidos en las carnes animales, por lo que las dietas vegetarianas y veganas han mostrado ser, con el tiempo, relativamente nocivas para la salud y nunca será lo mismo ejercer en un animal lo que a los ojos de este es tortura y muerte en nombre del arte, que en nombre de una necesidad biológica primaria (Sin embargo, debe ser dicho que no sobraría acabar con la crueldad en los mataderos donde comienza a ser procesada la carne para su consumo).

Retomando el paréntesis anterior, otro argumento que quienes defienden la tauromaquia usan se centra en que primero deberíamos regular y sanar la crueldad en los mataderos de animales… y si bien es cierto que ese es un tema sobre el que urge no solo regular y legislar, sino ejercer un cumplimiento práctico de un código ético en el trato de los animales criados para convertirse en alimento, también es cierto que antes de esperar alcanzar la sensibilidad necesaria para tratar con decoro a los animales que se crían para ser comidos, primero tenemos que dejar de pensar que es válido matarlos para el arte o el entretenimiento… si no puedes respetar la vida de un animal porque consideras que un arte o entretenimiento va primero, menos lo harás si lo crías para comértelo, así que tampoco es válido decir que la tauromaquia debe ir al último de esa lista de prioridades.

Otra cosa que se suele decir justificando esta práctica, es que el toro criado para ser toreado lleva una vida privilegiada de semental que ningún otro animal de su especie (o casi de cualquier otra) tendría, argumento que es refutado con relativa facilidad al hacer notar que no hay ética en dar una vida de privilegios solo porque es a cambio de una muerte tortuosa y cruel, sobre todo a los ojos de un animal que no podría entender dicho intercambio.

Lo importante al discutir sobre estos temas es no caer en el insulto o en la imperiosa necesidad que muchos tienen de ridiculizar o satanizar a quien ostenta el punto de vista contrario… por más equivocados que consideremos que estén.

Sin embargo, es importante decir que aunque es debatible asegurar que la tauromaquia no sea una forma de arte y cultura (aunque su importancia como tal si es más debatible), de ello hay un trecho abismal a poder asegurar que es una práctica sana, benéfica y válida en la actualidad… haciendo énfasis en que para muchas culturas era importante el sacrificio, tanto animal, como humano, y fue el viejo mundo, en su afán por «civilizar», lo que los hizo forzar a las culturas que conquistaron a tomar un enfoque más ético para con la vida humana… se puede apoyar la tauromaquia como un representante conceptual de arte y cultura, pero no por ello se puede decir que su práctica en estos tiempos es válida o que justifica el sacrificio de un ser vivo para mantenerse, siendo una realidad que la tauromaquia es casi tan arcaica como para los toros barbárica… y aún cuando el final de una corrida no fuera la muerte del toro (Como es el caso de portugal, en donde es ilegal matarlos en la plaza, pero se les mata tras la corrida), el factor de tortura y crueldad sigue haciendo cuestionable una justificación real de esta práctica.

Como seres humanos racionales y modernos, es de menos esperar que profesemos el respeto por todas las formas de vida con las que compartimos el planeta, y ese respeto debería comenzar por dejar de sacrificar seres vivos, ya sea para nuestro entretenimiento o para elevar nuestro ego cultural, ese primer paso, con suerte, nos conducirá a extender ese respeto a la manera en que tratamos a los animales en todos los otros campos en que con ellos convivimos y si este no resulta un proceso orgánico que se de naturalmente, siempre habremos quienes, desde distintos frentes y con distintos enfoques, trataremos de concientizar y tomar acciones para que así sea. (Enfatizando en que las acciones violentas a favor de los animales caen en peores pecados de los que persiguen).

Al final creo que lo menos debatible de esta discusión es que toda forma de vida merece respeto y es importante que ese respeto empiece en las más básicas formas de nuestro trato hacia esas otras formas de vida… Porque seamos honestos, si nuestro «arte» y nuestra «identidad cultural» dependen, aún en la menor de las medidas, de la tortura y muerte de otros seres vivos… ¿Qué dice eso de nosotros?

Gracias por leer.

Fin de la entrada.


Tras varios tropiezos con estos temas a nivel familiar… nuevamente les vengo a hablar un poco sobre religión…

Empiezo el tema, como siempre, aclarando que lo aquí dicho no pretende atentar contra las creencias de nadie, menos aún clamar respuestas que nadie puede tener (ya tenemos iglesias y diversos libros que lo hacen…), pero si son «delicados» en cuanto a estos temas, les recomiendo no seguir leyendo, pues aunque no se pretende faltar al respeto a las creencias de nadie, si se cuestionarán muchas realidades (y libertades) en las sociedades actuales…

Antes que nada, les compartiré el siguiente video, el cual les recomiendo checar a todos aquellos religiosos que se animaran a seguir leyendo (Está en inglés, pero si tienen dudas, pueden preguntarlas en los comentarios).

A grandes rasgos, se menciona que un estudio muestra que tanto ateos como agnósticos parecen saber más de religión EN GENERAL con respecto a personas que practican dichas religiones. Para probar el punto, el conductor le hace algunas de las preguntas incluídas en el estudio a Penn Gillete, quien, además de contestar todas las preguntas correctamente, habló con respecto al tema aportando que no necesariamente se trata de que los ateos y agnósticos sepamos más de religión, sino que tendemos a ser gente más educada que el COMÚN de los religiosos (Amén por las excepciones).

Ahora, con esto en mente, continuamos…

El que los agnósticos y ateos puedan saber más de religión que MUCHOS religiosos (entiéndase que obviamente no pueden saber más que TODOS ellos) no es realmente importante, pero nos conduce a uno de los puntos fundamentales por los que la religión, desde hace mucho, HA DEJADO DE SER aquello que se supone que DEBE SER…

Tenemos practicantes de todas las distintas religiones discutiendo entre sí (tanto con los practicantes de sus religiones, como de las otras) sobre DETALLES sin importancia, por los que se apasionan al nivel de pelear, de romper lazos familiares, de discriminar…

Todas estas rupturas en las telas sociales que se dan por la fe, tienden a darse por una de las características fundamentales de virtualmente todas las religiones «Yo estoy bien, el resto está MAL», si a esto le añadimos que todo dogma de fe te pide aceptarlo como es, con aciertos y errores e incluso tomando como aciertos sus errores, además de la etiqueta del «Infiel» que se da en ciertos sectores de los seguidores del Islam o la tradición evangelizadora que predomina en la mayor parte de las distintas ramas del cristianismo, pues la cosa se pone aún más difícil de afrontar…

Hoy en día vivimos en un mundo moderno, cuya apertura de mente la mayoría de las religiones han sabido aprovechar muy bien y con malicia… la malicia de pedir respeto para sus creencias, pero escudarse en ese respeto para ser ellos quienes falten al respeto a quienes, según sus criterios, no son «dignos» del modo de vida libre que tienen los demás.

Para muestra, basta un botón… los sectores de la jerarquía católica que quisieron hacer presa de su indignación y frustración a distintos funcionarios gubernamentales y miembros de la suprema corte, específicamente el señor Sandoval Íñiguez (a quien no llamo por su título eclesiástico, porque es un título que solo tiene valor para quien comparte su fe… no siendo ese mi caso…), este «señor» habló, además, con una total falta de respeto para con los homosexuales, porque sus creencias condenan las practicas derivadas de la preferencia de estas personas… y dicho señor se dio la licencia de hablar de esa manera porque en nuestra sociedad se respeta la fe (Y más la católica, pues en México es la predominante), y la gente pública tiende a temer decir algo contra esa fe, porque hay que «respetarla» y aunque las autoridades se han tentado el corazón para hacer declaraciones, en una actitud de madurez… se tuvo el tino de acudir a las instancias legales correspondientes para al menos denunciar las calumnias que, amparados por el velo del derecho a la fe, Sandoval y otras personas en la iglesia, creyeron que podían decir con impunidad… y aunque su derecho a la fe y a sus creencias siempre fue respetado, ahora claman que se usa «todo el aparato gubernamental» para «perseguirlos por sus creencias» cuando la verdad lo que se persigue, es la violación de la ley que representa calumniar a otros, sobre todo en foros y usando mantos que les confieren tal clase de influencia sobre tanta gente, lo que les confiere una responsabilidad que han decidido ignorar y lejos de usar todo el aparato como lo haría un régimen autoritario (muchos de los cuales han contado con el apoyo de la iglesia a lo largo de la historia), se hace por medio de los canales apropiados.

Y ahora viene lo tremendamente ridículo, que estas personitas dentro de la iglesia católica dicen escandalizados que se les «obliga» a vivir en una (aguante la risa quien pueda) «Dictadura laica», pues ahora resulta que estas pobrecillas víctimas consideran que los derechos que la ley les concede ahora a los homosexuales se los están IMPONIENDO… ¿Alguien puede realmente entender semejante incongruencia? Nadie obliga a ninguna persona dentro, ni fuera de la iglesia o la fe católica a ser homosexual, menos aún a casarse con otro homosexual y todavía menos a, después de dicho matrimonio, adoptar un infante… por lo tanto, no termino de entender en dónde está para ellos la dictadura o la imposición… y más todavía escapa a mi comprensión como estas personas, aparentemente empeñadas en hacer el RIDÍCULO, no parecen entender que un régimen totalitario y dictatorial se distingue usualmente, entre otras cosas, por NEGAR derechos, como ellos piden y no por OTORGARLOS, como a ellos no les parece… es risible hasta dónde llegan las personas en su frustración por no poder obligar a otros a hacer lo que ellos quisieran, ni imponer sus modos de vida para TODOS y como en esa frustración dicen cada reverenda ESTUPIDEZ pensando que nadie lo notará…

Pero la verdad, esta clase de comportamiento vergonzoso y reprobable dista enormemente de limitarse a los católicos, pues virtualmente todas las religiones, ya sea dentro o fuera del cristianismo, exponen en cierta medida esa clase de intolerancia y discriminación… Y el problema radica en que, en nuestra sociedad, el hecho de tener mayor tolerancia hacia todos, equivale cada vez más a «tolerar a los intolerantes».

Con el calculado riesgo de sonar total y absolutamente incorrecto políticamente hablando, me atrevo a asegurar que los religiosos y las religiones que discriminan, que son intolerantes y usan su poder y la influencia de sus mantos para manipular a sus feligreses, exhortándolos a perseguir minorías y negarles uno o varios derechos DEBERÍAN ser los perseguidos… al menos hasta que se comprometan a PROFESAR de manera CABAL el RESPETO y la TOLERANCIA que tanto EXIGEN como un DERECHO que parecen creer que SOLO ELLOS merecen, pero que NO ES ASÍ…

Si tu fe te hace creer que cierto modo de vida es más correcto que otros, mientras dicho modo de vida no incluya lastimar seres vivos o afectar negativamente a terceros, tienes la libertad de seguir ese modo que predica tu religión… pero si por esa creencia crees que la ley debería PROHIBIR que la gente tenga acceso a modos de vida que chocan con tu fe, pero que se basan en la misma premisa de no lastimar seres vivos, ni afectar negativamente a terceros, entonces ESTÁS MAL y DEBERÍAS SER PERSEGUIDO como esperas que quienes no siguen tus doctrinas lo sean…

Hay que abrir los ojos, todos nosotros… y dejar de tolerar solo por tolerar… empezar a prestarle a la intolerancia la misma medida de la misma que esta concede a otros…

Formar parte de una religión que discrimina, que condena, que interfiere con la educación, con los derechos de los homosexuales, entre otras muchas cosas, te hace CÓMPLICE de las atrocidades que las autoridades de dicha religión cometan… pero aún quienes no somos partícipes de dichas religiones, nos volvemos facilitadores del poder que necesitan para abusar y atropellar los derechos de terceros, que es la línea que nadie debería cruzar si no esperan que se las crucen a ellos también, o en palabras de Don Benito Juárez «Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz», de modo que, si quieres respeto y paz es PRECISAMENTE ESO lo que debes ofrecer a tu prójimo, ya sea que profese religiones diferentes que tú o que tenga distintas ideas…

Ahora, retomando el principio de esta entrada… los ateos y agnósticos parecen saber más en términos generales de la religión porque CAPTAN EL MENSAJE en lugar de la innumerable cantidad de detalles simplones y sin sentido de cuyos desacuerdos han nacido una cantidad RIDÍCULA de «sub religiones», por lo menos en cuanto a las ramas del cristianismo se refiere, y con ello en mente… ¿Realmente importa si María fue siempre una virgen o no? ¿Acaso es realmente primordial si Jesús multiplicó el pan y el pescado o si caminó de verdad sobre el agua? ¿Qué no lo importante es su mensaje de amor? ¿Qué no su presencia se trataba de reescribir la violencia del viejo testamento?

La verdad es que la fe siempre ha existido y siempre existirá y ha dejado de ser importante si Cristo existió o no… (y lo mismo va para todos los profetas y figuras sagradas de la mayoría de las religiones aún existentes), lo importante es lo que la gente decide tomar de los libros que cuentan su presunta vida… y así con todas las religiones… pero mientras estas últimas se quieran seguir manipulando para controlar a las masas y perseguir a los «infieles», seguiremos atorados en esta pesadilla religiosa donde todos defienden sus libros sagrados y sus «valiosos preceptos» con todas las acciones posibles, menos aquellas que dichos libros promueven… ¿Tiene caso defender algo usando como medio todo aquello que traicione lo que se defiende? La verdad no, eso se llama hipocresía y aunque afortunadamente no todos los religiosos la presentan…. no puede decirse que no sea una abrumadora y vergonzosa mayoría la que si lo hace…

Y para terminar… con aquello de dejar de tolerar a los intolerantes… no lo tomen de mí… Bill Maher lo dice muchísimo mejor al final de su documental «Religulous», mismo que anexo a continuación. (Y para los que no hablan inglés, no olviden activar la opción de subtítulos que incluye… realmente vale mucho la pena verlo).

Y esto nos pone también en perspectiva, ahora si, para terminar, si es «lo mejor», tener al mando de las naciones y todo el poder que estas pueden tener, a personas supersticiosas que creen como verdaderos todos los textos sagrados de la religión que profesan… en el caso de occidente, ¿Es correcto tener al mando de nuestras naciones a personas que creen que ESTO es algo COHERENTE? La respuesta, la tienen ustedes…

Gracias por leer.

Fin de la entrada.

Cita del día.

"... Mi corazón... se siente como si mi pecho apenas pudiera contenerlo. Como si no me perteneciera ya. Te pertenece a tí y si tú lo quisieras, no desearía nada a cambio. Ningún regalo, ni bienes, ni demostraciones de devoción. Nada salvo saber que me amas también. Solo tu corazón, a cambio del mío."

-Yvaine (Stardust)

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