Por fin llega a las salas de cine de todo México el siguiente volumen de la grata sorpresa que Marvel Studios nos lanzó en 2014. Guardianes de la Galaxia Vol. 2 llega con zapatos muy grandes para llenar y, antes de entrar en detalles, si ustedes permiten, con algo de franqueza ha de decirse que si esta secuela llena o no los zapatos de su antecesora va a resultar un asunto de percepción en la mayoría de los casos (algo que muchos críticos no están entendiendo); el secreto detrás del éxito de la primera entrega se debió a su frescura y NOVEDAD, a que dentro de la burbuja cinematográfica de los superhéroes no se había visto algo parecido. Lo diferente de personajes tan extraños y alienígenas que, al mismo tiempo, mostraban tanto corazón detrás de su enojo contra el mundo y sus personalidades rotas que dominaban magistralmente la simulación del humor involuntario fue algo refrescante y, comparándolo con un truco de magia, sólo puedes hacerlo una vez en una saga cinematográfica con los mismos protagonistas, así que a mucha gente el no poder repetir la sensación de novedad le va a parecer que hace a esta cinta inferior, pero es un sentimiento completamente falto de objetividad. Aclarado ese detalle, sin más, que comience la exploración de lo que puede esperarse de esta nueva entrega.

Contexto:

Para entender mejor la historia de esta saga y sus personajes (y algunos cameos de personalidades de los cómics que podrían ser desconocidos para el público casual), pueden visitar la reseña de Guardianes de la Galaxia Vol. 1.

Historia:

Después de un breve prólogo en el que se nos presenta a un joven Ego (Kurt Russel) cortejando a Meredith Quill (Laura Haddock), y dándonos una breve pista de sus intenciones, en 1980 (y aquí cabe recomendar a Disney que use a los mismos especialistas en efectos digitales para rejuvenecer rostros en Star Wars, porque el rejuvenecimiento digital que maneja Marvel es MUY superior), nos reencontramos 34 años después (todavía en 2014, como ya nos lo habían anunciado) a Los Guardianes de la Galaxia, poco después de lo ocurrido en la primera parte; haciendo un trabajo para una raza artificial llamada «los soberanos», un trabajo que lograron con éxito para obtener un pago bastante inusual; sin embargo, la imprudencia de Rocket (Bradley Cooper) hace pasar a los soberanos de clientes satisfechos a una turba furiosa con deseos de venganza… y dispuesta a perseguir a los guardianes hasta donde sea necesario, incluso empleando los servicios de los devastadores de Yondu (Michael Rooker).

Con el enfoque en Yondu, será ventilado que él y sus devastadores solían ser parte de un clan mucho más grande, uno del que fueron exiliados por Stakar Ogord (Sylvester Stallone), por romper una regla importante del ya de por sí no muy nutrido código de honor de los devastadores.

En su escape de los soberanos, los guardianes son salvados por una figura misteriosa, pero quedan varados en un planeta donde su salvador se presenta como Ego, quien, acompañado de su asistente, la adorable empática Mantis (Pom Klementieff), le revela a Starlord (Chris Pratt) que es su verdadero padre y que espera que lo acompañe a su propio planeta.

Así, los guardianes se separan con Peter, Gamora (Zoe Saldana) y Drax (Dave Bautista) acompañando a Ego para explorar los orígenes y el legado de Starlord, mientras que Rocket y Baby Groot (Vin Diesel) se quedan con una compañía inusual a reparar su nave, sin saber que son buscados por Yondu y sus devastadores.

De esta forma, los personajes están destinados a colisionar (en algunos casos, literalmente) en una serie de eventos de los que podría terminar dependiendo la existencia de toda la vida en el universo.

Veredicto:

Reiterando lo dicho al principio de este texto: puedes ver un genial truco de magia y sorprenderte con él una vez… la segunda vez que lo veas, no importa si está o no mejor hecho, te va a parecer menos impresionante y mágico… con ello en mente, Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es todo lo que puede esperarse de un blockbuster cinematográfico y, aunque no puede seguirnos contando la historia de sus personajes sin repetir la fórmula de su primera entrega en su mayor parte, sí logra persentarnos circunstancias, personajes y, especialmente, cameos, que van a ser un deleite para todos los fans de la franquicia, de sus personajes y de Marvel Cómics.

Dicho lo anterior, si odiaste la primera parte, si te pareció que su humor era excesivo; si odiaste la «competencia de baile con que Starlord derrotó a Ronan» (aunque técnicamente nunca fue un concurso de baile, sino una distracción, amargados) o si los personajes no te convencieron, entonces esta película NO ES PARA TI y deberías alejarte de ella tanto y tan rápido como puedas, porque el humor viene potenciado y, ya sea que se tenga la disposición para ver las constantes bromas y referencias a la cultura pop de los 80’s con el trasfondo nostálgico con que Starlord extraña su casa y, especialmente, a su madre, que es por lo que lo tiene SIEMPRE presente o, si no lo soportas sin importar la razón, la verdad es que este aspecto de la saga también se ve potenciado en esta segunda entrega.

Calificación: 3 y media rolas de las más legendarias de cualquiera de los dos volúmenes del «Awesome Mix».

Dirige (y escribe): James Gunn.

Actúan: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Vin Diesel (voz), Bradley Cooper (voz), Michael Rooker, Karen Gillan, Pom Klementieff, Elizabeth Debicki, Chris Sullivan, Sean Gunn, Sylvester Stallone, Kurt Russell.

Lo Bueno: la película se las arregla para presentar los muchos elementos que hicieron grande a la primera y presentar varios nuevos (personajes, cameos y momentos inesperados) que elevan la barra y harán todavía más difícil que la próxima entrega (que Gunn ya anunció que también dirigirá y escribirá) se sienta fresca. Si te gustó la primera, encontrarás todo lo que te agradó y algunas cosas nuevas que sin duda también disfrutarás.

Lo malo: no se siente tan fresca como la primera, no necesariamente porque sea inferior, sino porque esa sensación de sorpresa y frescura de su antecesora se debía a su NOVEDAD, carta que no se puede jugar dos veces en una saga. Y aunque no es perfecta, hace un mejor trabajo justificando (no siempre de forma 100% efectiva) las inconsistencias en sus personajes que otras cintas del género, como Suicide Squad. Pero, más importante, si no te gustó la primera en su estilo o humor, ¡aléjate corriendo lo más que puedas!

Lo mejor: reiterando los cameos, pues, primero la aparición más inesperada de Stan Lee en la historia, una que valida a medias cierta teoría loca sobre el amo de los cameos Marvel, pero, además, esta película también presenta en un momento de ligereza uno de los cameos de la cultura pop más inesperados. Y, sin quedarse atrás, en esta ocasión la producción le hace muchos más homenajes a la larga historia, trayectoria y personajes de los cómics originales.

El «no la chifles que es cantada»: sí, es verdad, se torna exagerado, pero vale la pena hacer nuevamente incapié en el cameo de Stan Lee (entregado en dos partes, una en medio de la historia y otra durante los créditos) y del cameo pop ochentero sorpresa del que no puedo hablar sin spoilear momentos importantes de la historia. James Gunn se inspiró con ambos.

Trailer: