Encabezados sobran e, increíble, siguen saliendo sobre la deplorable actuación del Ingeniero Civil y Periodista venido ahora a político (y aparentemente con toda la decadencia moral adicional que eso implica) Pedro Ferriz de Con. Sin embargo, estos encabezados, como suele pasar con el enfoque mediático, se centran en la palabra fuerte y profana, en lugar de analizar la actitud, lenguaje no verbal, rasgos personales, psicológicos y la personalidad del candidato independiente a la presidencia, pues, aunque grave, la noticia real no está en cómo él comunicador llamó al estudiante de la UANL.

Ferriz de Con no es ajeno a la controversia, gritan voces de muchas trincheras que señalan los muchos años que fue solapa de un sistema y partido de los cuales luego se volvió voraz crítico (distando de ser el único). Conservador y de derecha, el comunicador procuró construir una reputación pública y profesional basada en la moral y la rectitud, por lo que resulta chocante su falta de entendimiento de cómo una nula ética en un aspecto tan fundamental de la vida humana como el matrimonio, se refleja en la calidad moral total de una persona… «si le hizo eso a su esposa, nosotros qué nos podemos esperar…» sería un buen ejemplo del pensamiento que pudo haber llevado al estudiante Alejandro Carranza, de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de la UANL a su cuestionamiento inicial.

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La pregunta del estudiante fue de mal gusto, es cierto, pero el espíritu tras ella es totalmente válido, reiterando que, si Ferriz de Con pudo jugarle así a su esposa, qué se puede esperar cualquier otra persona de su lealtad, ética y moral. Y antes de desmenuzar este asunto, hay que dejar en claro, nuevamente, que aquí lo grave no fue ni la pregunta del estudiante, ni el tono o las malas palabras de Ferriz, sino una parte integral y vital de su respuesta, a la que en un momento se llegará, pero antes, de verdad que no sobra repasar fragmentos previos de su respuesta:

«Tú no eres nadie para ser juez mío.»

No, Pedro, Alejandro no te profirió adjetivo alguno, ni habló de si eres o no una persona ética, moral o buena… simplemente cuestionó, acertadamente, cómo puede esperar la nación fidelidad de ti si no se la diste ni a tu esposa. Y ahí se ve claramente que YA ERES TODO UN POLÍTICO… porque te volviste un experto en irte por la tangente y deformar la lógica.

» … los seres humanos nos equivocamos…»

Claro, todos y todos los días, pero una cosa es cometer un error por no estar enfocados, por estar cansados, por no ser previsores, por no ir preparados a una actividad y otra cosa es una acción carente de ética y moral… que aunque también cuenta como error, no se puede comparar con: «olvidé firmar el formato para la entrega de material del lunes» o «hice mal el cálculo en mis impuestos» (y mira que ese puede ser un error involuntario por el que la gente se mete en graves problemas, aunque no haya derivado de una falla moral).

«Pero sabes qué fue lo que hice, di una explicación…»

Así es, Pedro, diste una explicación pública sobre un asunto privado que tiraba la casa de cartas sobre la que construiste tu persona pública, perdiendo tu derecho a jugar la carta de la vida privada.

«No seas pendejo, no seas pendejo, lo que estás diciendo no tiene nada que ver, y te voy a decir una cosa, una cosa es la vida privada y otra es la nación. Yo a la nación nunca le he fallado, ni le fallaré.»

Como se ha ido mencionando, tiene todo que ver, más todavía por la joya con la que estás a punto de coronar tu carencia de madera para ser un BUEN presidente…

«¿Y sabes a quién tampoco le fallé? A mi vieja…»

¿En serio, Ferriz? ¿No le fallaste a tu «vieja»? ¿Y la disculpa pública por qué fue? ¿El mensaje hipócrita en Youtube de «haz lo que digo, no lo que hago», con mirada de cachorro arrepentido que le aventaste al público fue porque no bajabas la tapa del baño acaso? ESTA ES LA FRASE QUE DEBERÍA ESTAR EN LOS TITULARES, no cómo llamo al estudiante, sino la esquizofrenia, esa desconexión con la realidad y negación absoluta de los errores pasados por considerarlos «redimidos» o «perdonados». No Ferriz, cuando se te perdona por algo, la falla no desaparece y el que pienses que sí es lo que termina de comunicarle a un pueblo, que esperemos y esté listo para entenderlo, que eres muy presidenciable, pero presidenciable como todos los mandatarios que hemos tenido en el país y no como los que buscamos tener.

Te descontrolaste, se te salió lo malhablado en un evento formal organizado por una facultad perteneciente a un centro de educación superior en el top 5 de mejores universidades del país en este año. Te trabaste, trastabilaste, sudaste y cantinfleaste diciendo, tú sí, PENDEJADAS, porque no pudiste responderle A UN ESTUDIANTE UNIVERSITARIO… y así como ese estudiante, válidamente, te preguntó qué fidelidad podía esperar México de ti si ni a tu esposa se la diste, te pregunto, ¿con qué problemas del país a nivel nacional e internacional vas a tener el temple, carácter e inteligencia para lidiar si no estás listo para contestar una pregunta que OBVIAMENTE te iban a hacer en algún momento, venida de un verde estudiante que ni cerca está de caer del árbol?

Y sin embargo, regresando la vista al lector casual, la parte más triste de todo este asunto fue que la asistencia, el resto de los estudiantes presentes, aplaudieron durante la pendejísima respuesta de Ferriz, igual que al final de la misma, haciéndole sentir al comunicador que podía despedirse sonriente y por todo lo alto.

Pedro Ferriz de Con diciéndole «pendejo» a un estudiante, fue un acto de lo más reprobable, uno que hasta al mismo director de la facultad llevó a deslindarse de él y, con todo, estuvo lejísimos de ser lo peor de su participación… aunque, del lado amable, las campañas están tan lejos de empezar que es refrescante lo poco que se tuvo que esperar para conocer lo mala opción que este hombre es para llegar a la presidencia y el poco cambio que representas con respecto a quienes siempre han gobernado.

Pero eso sí, sin duda se nota que este hombre tiene madera presidencial, como la tuvieron todos los cuestionables mandatarios que ha tenido el país… incompetente, incoherente, incapaz de aceptar sus errores; desconectado de la realidad y dispuesto a negarla momentos antes de haber hablado de ella… de no ser una personalidad reconocida, fácilmente se te podría haber tomado por uno de nuestros muchos presidentes… y solo queda esperar que la gente entienda que eso significa que este hombre no debe llegar a Los Pinos y que lejos estás de ser el menor de los males.

Gracias por leer.