Pena de Muerte:

La pena de muerte es el castigo máximo en varias sociedades modernas, uno que la justicia de ciertos países o estados dentro de los mismos administra a su consideración…

Hay muchas maneras de ver esta condena, para algunos es importante castigar con extremo perjuicio los peores crímenes que se cometen en nuestras sociedades, para otros, cada ejecución es un mensaje enviado a los criminales potenciales, otros sectores, más sobrios en sus posturas, simplemente creen que es mejor para el mundo eliminar la amenaza que los criminales que consideran ya fuera de la condición humana no vuelvan a tener la oportunidad de dañar a nadie más…

Pero hay varios problemas con estos criterios y con todo el concepto de la pena de muerte y es que, honestamente, fuera de eliminar peligros potenciales, no sirve en realidad…

Se ha demostrado que quien vaya a cometer un crimen, difícilmente se verá disuadido por la existencia de esta pena, ya sea aquellos que cometen asesinatos pasionales, en los cuales se actúa por instinto, o aquellos que, como cualquier criminal, se sienten muy listos para ser atrapados… la pena de muerte no funciona como «advertencia» sin importar cuánto se sostenga lo contrario…

Y más importante, en todo el mundo, sin importar lo diametralmente opuestas o diferentes que sean algunas de sus sociedades, una de las pocas constantes entre naciones y sociedades es lo falible de TODOS los sistemas legales que existen en este planeta… y eso, se debe a varias causas, de las cuales, podemos contar las siguientes entre las más influyentes:

1.- No importa lo bien hecho que dichos sistemas legales estén, el ser humano, al no ser perfecto, SIEMPRE podrá equivocarse… ni siquiera un preso confeso es necesariamente culpable, al existir todo tipo de tácticas de tortura o amenaza para obligarlos a confesarse culpables.

2.- Lo anterior puede deberse a varias causas, como una falta de perspectiva o proteger la imagen que se llegue a tener ante la opinión pública, pero además, está a recalcar la  existencia de la corrupción y los tipos de intereses que de ella se derivan y pueden resultar en un actuar malintencionado de representantes de la ley en perjuicio del inocente.

3.- Las características distintivas de los diversos tipos de personas que puede haber es suficientemente confusa… pues, como ejemplo, nunca dejarán de existir los inocentes que parecen culpables y los culpables que parecen inocentes…

4.- Por si todo lo anterior fuera poco, encontramos también el caprichoso desarrollo de circunstancias sospechosas y de naturaleza azarosa, mismo que siempre podrá llevar a cualquier investigador a la conclusión equivocada… y aún las mejores evidencias, no siempre son prueba absoluta de lo que con ellas se quiere sostener…

Estos y muchos más factores juegan siempre una parte en cualquier investigación… y a raíz de ello, contaminan todo el proceso que de esa investigación nazca, incluído el juicio y el veredicto final del mismo… nuestros sistemas de justicia y representantes del orden son cualquier cosa menos perfectos… y, como tales, poner en sus manos el poder de decidir entre la vida y la muerte de los acusados de cualquier delito, por terrible que sea, es una carga demasiado pesada, que nadie es digno de llevar y, en última instancia, una que llevan en nombre de toda su sociedad, haciendo a toda ella cómplice y co-responsable de cualquier error… mientras el ser humano y sus sistemas de administración de justicia sean cualquier ápice menos que perfectos, no deberíamos, como sociedad, poner en sus hombros tal peso, sin importar cuán contentos parezcan de llevarlo (E incluso a veces también debido a ello…)

Hilo conductor:

La semana pasada, uno más en la lista de mexicanos condenados a muerte en el estado de Texas, Humberto Leal, fue ejecutado…

No es de extrañar esto en un estado norteamericano como Texas, donde la pena capital es parte de la cultura de una sociedad con una mayoría de personas con cabezas duras y entrañas calientes… lo que es importante son las circunstancias, tampoco raras en Texas, que llevaron a la condena específica de Leal…

El fallo de culpable se logró en un día, con una defensa deficiente, nacida de una investigación perezosa y escasa… pero, peor aún, a este hombre se le ocultaron y negaron sus derechos, como el de la asesoría consular, que pudo reducir su condena a la pena capital a una cadena perpetua.

Con una mejor defensa, el consulado lograría desestimar muchas de las pruebas en contra de Leal, sin que la puesta en evidencia de la torpe investigación, la penosa defensa y la falta de ética en el debido proceso y la presunción de inocencia representaran una rendición de cuentas o un afrontamiento de la responsabilidad de parte de ninguna autoridad…

El meollo de este asunto, para muchas personas, es que al final, Leal confesó y antes de ser ejecutado, se disculpó con loa familia de la víctima, lo que hace pensar a mucha gente que entonces la lucha en su beneficio era hueca… la verdad es que hay inocentes confesando crímenes por muchas razones, desequilibrios mentales, cohesión, amenazas a amigos, familia o ellos mismos… y la verdad es que nunca sabremos si Leal entraba en uno de esos casos, pero, la verdad, eso no es lo importante… verán, aún cuando haya sido enteramente culpable (y la mayor parte de la probabilidad de todos modos apunta a que si lo fuera) hay una serie de razones primordiales para respetar el debido proceso y la presunción de inocencia… sobre todo en un país que las presume como parte de su ideología, y de los famosos «american way of life» y «american dream», pero eso… se aborda a continuación…

Presunción de inocencia y el debido proceso:

Uno de los clichés más presente en las obras de ficción que mantienen relación con los sistemas penales suele estar sustentada en sucesos de la vida diaria, aquel representado por personas culpables de un delito que se aprovechan de las fallas y tecnicismos de un sistema legal que les permite escapar de su pena, despertando en el espectador de la obra rabia y frustración… y contemplando siempre la posibilidad de hacer una excepción de las reglas que rigen nuestros sistemas de justicia para ignorar los derechos de los monstruos culpables y asesinos con tal de hacer justicia, sea cual sea la idea de la misma que el sistema legal específico contemple…

Y antes de seguir, un hecho… tal como se comentaba al principio de esta entrada, en el apartado de la pena de muerte… creo que nadie objetará lo obvio que resulta que en todo el planeta, en todas las sociedades actuales, por diferentes que puedan resultar algunas de ellas con respecto a las demás, una de las cosas que concuerdan es la falibilidad de los diversos sistemas de impartición de justicia que existen en el mundo… nunca hay una garantía de que aquel que paga un crimen sea el verdadero culpable…

Y es precisamente ahí en donde entra la importancia de la presunción de inocencia y el debido proceso, pues a pesar de ser una herramienta que provee tecnicismos que pueden ser aprovechados por los culpables, la verdad es que están ahí para los inocentes y, al final… todo se reduce a ser una cuestión de perspectiva…

En la vida, ya sea en las áreas más inocentes, como la vida social y familiar… o a una gran escala, a un nivel legal, todos tenemos una posibilidad respetable de ser, al menos una vez en la vida, acusados de un crimen que no cometimos… y con los sistemas falibles y corruptos que tenemos para la impartición de justicia, es relativamente fácil hacer que un inocente parezca culpable…

Y la importancia de la presunción de inocencia, el debido proceso y hasta de la «duda razonable» radica en ello, porque, de nuevo, la posibilidad de ser acusados de actos cuestionables que no cometimos es relativamente grande para todos… y seamos honestos, el día que le pase a alguien que en efecto sea inocente, invariablemente habrá entre investigadores, abogados, jueces y demás miembros clave del sistema, gente a la que ese inocente le parecerá culpable, no siempre por las causas más objetiva… hay gente que está programada para desconfiar de personas de ciertas etnias, estratos sociales y niveles educativos, en fin, por una serie de factores SUPERFICIALES que no necesariamente son condicionales de su culpabilidad o inocencia… y las personas con esas ideas erróneas harán TODO en su poder para perjudicar a quien creen culpable… y donde quiera que el sistema les de espacio para manipular las reglas y «demostrar» esa culpabilidad, lo harán…

La presunción de inocencia y el debido proceso son los candados que los sistemas legales tienen para proteger al inocente y, la verdad, en toda honestidad, estos candados solo benefician a los culpables en la medida en que las autoridades hagan mal su trabajo… porque, de otro modo, el debido proceso no va a salvar a alguien cuya culpabilidad puede ser probada de la cárcel…

El debido proceso y la presunción de inocencia son importantes por todo lo anterior, por ello, no debe extrañarles ver que tanta gente quisiera valerse de ello para salvar de la muerte a Humberto Leal, pues, el problema es ese, si permitimos que estos valiosos preceptos legales se violen en la medida en que alguien parezca o pensemos que sea culpable, es cuestión de tiempo para que otros le sigan, sin distinción objetiva entre culpables e inocentes, porque, insisto, todo acusado de un crimen será culpable a los ojos de algún representante del sistema de justicia con impacto sobre su caso… sin importar si realmente es inocente, así que, permitir que se violen estos derechos a una sola persona, actúa en detrimento de todos, pues cualquiera que un día nos perciba como culpables de algo, nos aplicará también, quizás inmerecidamente y, al final, este es otro ejemplo de cómo el fin no necesariamente justifica los medios…

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Así termina un Miércoles Libre más, esperando que  haya sido de su agrado… y despidiendo por ahora este espacio, no sin antes, como siempre, recordarles que pueden seguir al mismo mediante Facebook (en “Esa voz en tu cabeza“) y por Twitter (a través de @ZarexAvatar o revisando el hashtag #EsaVozEnTuCabeza con regularidad) y dejen sus comentarios y opiniones, tanto del contenido actual, como de lo que les gustaría ver, les aseguro que serán leídas con agrado y respondidas a la brevedad.

Gracias por leer.

Fin de la entrada.