Quizás más de uno de aquellos que por alguna coincidencia lleguen a leer esta entrada recuerden con agrado una escena de Los Simpsons en la que El superintendente Chalmers decide despedir a Ned Flanders como director de la primaria de Springfield cuando lo escucha decir por el altavoz a los niños «Demos gracias al señor por otro hermoso día en la escuela» a lo que Chalmers exclama en voz alta «¿Gracias al señor? ¿Gracias al señor? Eso parece oracion. ¿Una oracion? ¿Una oracion en una escuela publica? ¡No tiene razon de ser en esta escuela! ¡Como los hechos no tienen razon en una religion!«

Y en parte, eso representa el tema de hoy, aclarando, que la óptica desde la que se aborda es esa misma, la de Chalmers, no la de decirle a nadie en qué debe o no creer, sino de relegar cada tema a su recinto y argumentar un poco sobre por qué la religión debería alejarse de los debates con base en argumentos y evidencias, para limitarse a ser lo que siempre ha sido, un conjunto de creencias que da esperanza y pretende (pocas veces con éxito) la paz interior…

Por ello, sobra un poco abordarlo desde ese mismo lado (de nada sirve resaltarle a la mayoría de base cristiana que tienden a desestimar y en algunos casos hasta a burlarse de otras religiones… a pesar de que la base de sus creencias está en aquella historia que, como dice la meme en internet, habla de «la serpiente parlanchina que convenció a la mujer costilla de comer una manzana de un árbol mágico») y si bien es razonable, en la misma plataforma que pretende adoptar la religión con frentes falaces como el del creacionismo, cuestionarla con lógica (Con un tercio de los 10 mandamientos centrándose en el ego y los celos de un Dios aparentemente perfecto… de quien, además, se sostiene que es omnipotente… pero la omnipotencia es ilógica y hasta paradójica… basta el ejemplo de preguntarse si Dios puede crear una piedra tan pesada que no pudiera cargarla… si no puede crearla, no es omnipotente… si puede crearla y por ello, no puede cargarla, no es omnipotente tampoco…), pero al final, la mejor manera de bajar ese debate a su verdadera categoría falaz… es evidenciar que, por más respeto que se tenga del derecho de creer en lo que se desee… (aunque en diferente medida todas las religiones fallen de uno u otro modo al regresar ese respeto al resto de la sociedad…) la religión nació, como muchos saben, para encontrar una explicación esotérica a los fenómenos naturales, pero, más importante, la religión nació, en parte para añadir un sentido de poesía y significado a la inmensidad, a lo infinito… sin tener que pasar por el esfuerzo mental de tener que lidiar con números astronómicos y sus implicaciones

Religiosos de todo el mundo tienen la tendencia a tomar lo «perfecto» del mundo y las distintas formas de vida como una evidencia de la existencia del Dios en el que creen (Debate aparte… si la existencia de Dios podría ser probada, difícilmente podría probarse cuál de todos los Dioses es real… si es que se trata de alguno en el que esté basada una de las religiones de este planeta…) y de hecho esa es la premisa de ciertas bases cristianas para intentar meter a la religión al campo científico a través del falaz argumento sostenido por el «creacionismo» que es una interpretación del génesis bíblico que está disfrazada de ciencia…

Y a este punto llegamos precisamente por una razón… a la gente que defiende a la religión y la validez literal de la biblia les da por desestimar sin leer o informarse de las cosas que chocan con sus creencias… por la misma razón por la que la religión expresa esa paradoja, la de hablar de lo inconmensurable e incomprensiblemente grande, mientras sirve como el mejor impedimento para entender la magnitud y tamaño de los fenómenos que hoy podemos atestiguar en la porción que podemos ver de nuestro propio universo…

El creacionismo sirve de la misma manera… atribuye cualquier cosa comparable a una maravilla planetaria, universal y biológica a Dios… sin adentrarse en las permutaciones que se dan en la naturaleza y la manera en que las distintas ciencias las han abordado y demostrado… al final, la verdad de la ciencia es que es falible y que puede mutar, cambiar y evolucionar con cada descubrimiento… es por ello que un dogma disfrazado de ciencia que pretende abordar cualquier hueco en el avance científico para querer rellenarlo de su dios con calzador, la verdad no sólo no tiene cabida, sino que tampoco utilidad…

Pero terminemos con lo que da nombre a esta entrada… ¿Cuál es el verdadero significado de lo infinito?

Los religiosos minimizan al azar, a las posibilidades y a las permutaciones en el universo precisamente porque, a la mayoría de ellos, los ciega esa vacuna contra el pensamiento en números astronómicos, así que abordemos esto de dos maneras diferentes:

1.- La primera ya la he usado en este espacio y radica en meditar el significado de un número, el gogol… el cual consta de un uno seguido de mil ceros… descrito así, podemos manejarlo… pero, si escribieras a lo largo de un trozo de papel infinito la numeración del 1 al gogul, digamos… con un tamaño de fuente 20… (sin mencionar el hecho de que escribir esa numeración requeriría de muchísimas generaciones de personas), el espacio del papel lleno de números abarcaría aproximadamente lo largo del universo conocido (10,000 millones de años luz en cualquier dirección) ¿A qué viene esto? Sencillo, en términos universales, el gogol es un número pequeño, minúsculo y lejano del número de posibilidades de eventos diferentes que podrían ocurrir en un relativo segundo en todo el universo… entonces… ¿Realmente quieren jugar el juego de decirnos que dios es la ÚNICA posibilidad para nuestra existencia? Y eso que ni siquiera empecé con la física cuántica…)

2.- Alguna vez se dijo que, el hecho de que la vida se diera de la forma en que se dio en la tierra equivaldría a tener un garage lleno de piezas de avión que fuera arrasado por un huracán de forma que la fuerza del viento diera como resultado un avión completamente armado… y a esto hay dos consideraciones que quiero hacer, la primera es que si, algo de razón hay en esa aseveración, pero, como siempre, no se considera el factor de los números astronómicos… siendo el universo de la talla que es y aplicando el cálculo de probabilidades y la teoría del caos… la existencia de la vida como la conocemos no es exactamente equivalente a que un huracán haga surgir un avión de un taller lleno de piezas… es más bien equivalente a tener una cantidad casi infinita de garages llenos de piezas de avión y tener la misma cantidad casi infinita de huracanes pasando a través de ellos… siendo este el caso, cada uno de los eventos que contribuyó a, inicio de la vida evolutiva que nos trajo a donde estamos era solo cuestión de tiempo y espacio… siendo estos tan virtualmente infinitos como sabemos que son… la segunda consideración radica en que se dice, respecto a la vida, que lo que se quiere explicar es su perfección… que no se atribuye a un sólo evento, sino a cada paso evolutivo, pero ese es un error, pues sólo era necesario que las posibilidades dieran pie a una forma de vida capaz de adaptarse y evolucionar… todos los demás pasos hasta las formas actuales de la misma, vendrían por añadidura…

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Así llegamos al final de este Lunes Filosófico, esperando que haya sido de su agrado y recordándoles, como siempre, que pueden seguir este espacio por Facebook (en “Esa voz en tu cabeza“) y por Twitter (a través de @ZarexAvatar o revisando el hashtag #EsaVozEnTuCabeza con regularidad) y dejen sus comentarios y opiniones, tanto del contenido actual, como de lo que les gustaría ver, les aseguro que serán leídas con agrado y respondidos a la brevedad.

Gracias por leer.

Fin de la entrada.